Entrevista a Jordi Esteva por Álvaro Colomer en Zenda Libros
«Cuando se han cumplido los sueños, solo queda vivirlos de nuevo»
En 1984, Jordi Esteva pasó dos meses en el oasis egipcio de Siwa, un palmeral situado a unos 800 quilómetros de El Cairo, en medio del desierto líbico, allá donde antaño se alzó aquel Oráculo de Amón al que acudió Alejandro Magno para confirmar su ascendencia divina. El fotógrafo, viajero y escritor catalán consiguió permiso para instalarse en un sencillo fondug y, como en aquel tiempo no había ni móviles ni internet, y como además las cámaras funcionaban con carrete, entretuvo las noches haciendo dibujos de las escenas que había fotografiado durante el día.